domingo, 8 de noviembre de 2009

Los chicos de mi barrio


Una vez Maradona dijo: “en La Paternal se respira fútbol”. Sabía Diego de qué hablaba. En las calles de mi barrio los autos andan poco y hay oxígeno para que los chicos jueguen. Las calles se toman para armar picados, compuestos por verdaderos ejércitos de mini piqueteros con camisetas de fútbol, que no superan los doce años.
Ayer fui de compras y tuve que esquivar un partido que daba ganas de jugarlo. A la vuelta, ya con bolsas en mano, miré de lejos y fantaseé con la posibilidad de devolver a la cancha algún pelotazo perdido. Por las dudas caminé estratégicamente; es decir, por ninguna de las dos veredas. Venía por el medio, panorama despejado, sin coches a la vista y con un solcito que era una invitación a la felicidad. Y en eso, ella. Redonda, perfecta, derechito hacia mí se vino la pelota, que antes de que me llegara yo sabía cómo iba a pegarle. No era cuestión de devolverla así nomás. Es ese preciso segundo en que uno debe demostrar cuánto sabe. Preparé mi cabeza para el chanfle y dispuse el pie abierto para la ejecución y ni siquiera reparé en que tenía bolsas en las manos, porque de pronto me sentía uno de esos chicos del partido. Era como una ventana a mi infancia, donde había jugado a quince cuadras de donde ahora estaba por demostrar mi estilo, depurado en mil partidos de hace miles de días.

Y entonces pasó. No hacía falta porque lo tenía resuelto de antemano, así que para qué pedírmela. Para qué enrostrarme con tanto desparpajo que ellos pueden jugar las horas que sean y que no dependen de algún pelotazo perdido para entusiasmarse con patear una pelota. El grito fue de uno, pero equivalió al de todos. Cualquiera de ellos lo diría si se repitiera la secuencia. Seguro. Pudo ser el gordito, el pecoso, el rubio, el despeinado. Al primero que le saliera la voz hubiese dicho lo mismo:

—Señor, la pelota.

5 comentarios:

El Negro dijo...

Sencillamente, brillante. Me gusto mucho

AYE dijo...

Jajaja, qué contrastes de pensamientos! Pensar que unos cuantos años atrás te hubiesen invitado...

Anónimo dijo...

Y eso que tenés . Los pibes son unos turros, jajajajaja

Anónimo dijo...

33, quise decir que tenías 33

ile dijo...

Me dolio, me dolio .
Te lo dice la cajera del supermercado!, el verdulero de la esquina, el que te vende por la calle. En fin, un numero que va en aumento de los señorios.
Se vienen, se vienen...