sábado, 9 de enero de 2010

El mundo de los sueños


Una vez me contaron (¿o lo soñé?) de un jugador que imaginaba grandes jugadas. Casi nunca logró hacerlas en la cancha. Pero las pocas veces que alcanzó semejantes proezas se sintió único. Aunque nunca vivió una emoción tan grande como cuando advirtió que el fútbol esconde el encanto de compartir la risa y el llanto.
Y supe también de un jugador que pensaba jugadas chiquitas por miedo a paladear el sabor amargo de la frustración. Su propia red de contención le evitó caer en desgracias, aunque, paralelamente, no le permitió trascender de los goles chiquitos y los festejos de idéntico talante.
Y hubo una vez un jugador que no soñaba nada. Ése se murió de realidad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tal como les pasa a nuestros jugadores. Acá se ha discutido que nuestros chavos futbolistas han dejado de hacerlo y permanecen bajo el insomnio de la lana. Dirían nuestros directivos "si van a soñar, pues que se compren un colchón".

Elías

Anónimo dijo...

Es muy bueno que nadie deje de soñar. No solo los jugadores de fútbol. También la gente en general.

Nicolás dijo...

Yo toda mi vida he soñado jugadas, grandes y chiquitas. Y toda mi vida (como jugador) viví frustraciones, grandes y chiquitas gracias a mis limitadas condiones. Pero no me rindo.