jueves, 20 de mayo de 2010

La otra Revolución de mayo


Suben por el lateral izquierdo, como un 3 con proyección. También vienen por la banda derecha (pero atención, es porque juegan con el perfil cambiado; se sabe, siguen siendo de izquierda), con la mirada puesta en el arco rival. Se juntan en el medio y arman un piquete multitudinario que nadie puede franquear. Tienen la pelota, las armas, sus voces, para atacar. Los delanteros esperan por el pase de los compañeros para elevar la consigna principal a los cielos políticos. Hoy llegan los pueblos originarios que vienen marchando desde hace días y días. Caminan la cancha de tribunas repletas y dignifican la lucha. Será porque arrastran sus realidades y ya se encuentran cerquita del área. Sus hinchas le respetan la identidad a este equipo, que trae una frase como bandera: “Caminando por la verdad, hacia un estado plurinacional”.
Son jugadores que se la juegan. Son futbolistas surgidos de las divisiones inferiores de las comunidades Quom-Toba, Wichies, Mocoví, Mapuches y Huarpes. Son más de veinte mil y a punto están de patear el tablero.
Llevan la pelota al pie, la mirada atenta y la frente bien alta. Reclaman las tierras que les expropiaron y juntan argumentos que ya no se cuentan por años, sino por siglos. Son los consagrados en paciencia, que, simbólicamente, exponen hoy para el que el pueblo se entere y pueda mirar debajo de la alfombra del Bicentenario. Decididos a sacudir la modorra de los otros ojos, prometen declamar su verdad, que es la verdad. Y hacerlo con fuerza. Con la misma que se grita un gol.

Sobre la imagen: por un rato perteneció a Angi, una mujer con el alma sensible y el dedo atento para capturar ése momento, que ahora socializa con nosotros y nosotras.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre es bueno un reconocimiento a los pueblos originarios. Es bueno encontrar un espacio vinculado con el fútbol que busque el espacio para reivindicar a estas comunidades

Mariana dijo...

Siempre sensible Marcelo, es un gusto encontrar a un hombre que sepa combinar la pelota con otras inquietudes. Te felicito.

Anónimo dijo...

Qué texto!!! El reconocimiento a las comunidades y pueblos indígenas es algo que no debemos dejar en el olvido. Y que mejor excusa que el fútbol para hacerlo.

Elías

marce / lechu dijo...

Gracias Marianita. Para mí también es un gusto saber que una mujer con tantas inquietudes, además, se interese por el fútbol.

Gracias Elías por tu aporte permanente en el rubro "comentarios". Siempre es bueno saber que hay alguien del otro lado, de este lado.