lunes, 12 de abril de 2010

Revancha


—Debería darte vergüenza— me reprochó el entrenador en el vestuario.
—Vergüenza es robar— intentó defenderme un compañero.
—Vergüenza es robar y no llevar nada para la casa— lo corregí, con una sonrisa.
—Como sea —se enojó el técnico. ¿Cómo no pateaste al arco, infeliz?
—¿No le viste la cara al arquero? — le retruqué
—Y a mí qué me importa el arquero rival.
—Tenía miedo, se le notaba.
—Mejor.
—¿No te importa alguien que tiene miedo?
—No.
—Debería darte vergüenza— le reproché.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja. Es muy gracioso como le das vuelta el discurso al tipo.

besos!!!

M.

Anónimo dijo...

Muy bueno. Fina y elegante vuelta de tuerca

Elías

WILDE dijo...

Está bien. Quizás hubiera venido bien que el arquerito García lo leyera antes de plantarsele a Alves a los gritos.

Un saludo.