El fútbol tiene la generosa virtud de evitarle al hombre la condena a la soledad. Nadie puede sentirse más plenamente acompañado que el que festeja un gol y se cruza, en ese instante, tantos abrazos con tantos abrazadores.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Muy bueno hermano!! Se me acaba de ocurrir: Que lindo sería también tener la lucidez de correr a abrazar al que se equivocó no? Digo, el que hizo un gol ya cuenta con la alegría propia, el que se equivocó cuenta con la antipatía de todos.
¿Será su destino marcado? ¿Una condena impuesta al sufrimiento? Su papá dice que es la herencia grande de un sentimiento que no se explica. Y también el respeto transmitido hacia una camiseta (camisetita, en el caso del protagonista de la foto). ¿Quién lo sabe? Algo de eso debe haber: ahora con tres años, Santino habla poquito y mal. Pero cuando dice "Atlanta", se le entiende clarito.
cerca de la Revolución
"Lo que nos salvó mientras esperábamos el avión, fue que nos contrataron como entrenadores de un equipo de fútbol. Al principio, pensábamos entrenar para no hacer papelones, pero como eran muy malos, nos decidimos también a jugar con el brillante resultado de que el equipo considerado más débil llegó al campeonato relámpago organizado, fue finalista y ganó el campeonato por un penal. Alberto (Granado) estaba inspirado, con su figura parecida en cierto modo a Pedernera y sus pases milimétricos. Se ganó el apodo de “Pedernerita”, y yo me atajé un penal que va a quedar para la historia de Leticia (Colombia). Durante el viaje usábamos mucho el fútbol para entrar en contacto con la gente". (Extracto del diario del Che Guevara, durante su experiencia por la región Amazónica).
el equipo del Subcomandante Marcos
“Zapata, si no la gana, la empata”. EZLN, hasta la victoria siempre.
es palabra de Galeano
“Para los intelectuales de izquierdas, el fútbol hace que el pueblo no piense. Para los de derechas, es la prueba de que piensa con los pies. ¿Que es un negocio y está manipulado? Eso vale para todo. ¿El sexo no lo está? Más que cualquier deporte. Y los que saben me han dicho que el sexo no está mal“.
las plumas, a la cancha
La siguiente es la columna vertebral del equipo que, para mí, mejor le escribe al fútbol: 1, Fontanarrosa; 2, Galeano; 5, Sacheri; 9, Soriano. La elección de los puestos no es azarosa. El criterio que tomé en cuenta para la distribución en el campo de juego fue el apellido de cada uno. Por ejemplo, la doble R de Fontanarrosa le da carácter al apellido. Y el arquero tiene que imponer respeto, aunque sea cuando se lo nombra. Galeano me suena a marcador central. Igual, más elegante que recio. Con Sacheri no tengo ninguna duda: va de cinco. Es un apellido italiano, con presencia. La entidad justa para hacerse patrón en la mitad de cancha. Y arriba, Soriano. Dicho así: "de 9, el Gordo Soriano". Permítanme desconfiar de los referentes de área sin apodo.
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Muy bueno hermano!! Se me acaba de ocurrir: Que lindo sería también tener la lucidez de correr a abrazar al que se equivocó no? Digo, el que hizo un gol ya cuenta con la alegría propia, el que se equivocó cuenta con la antipatía de todos.
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